lunes, 25 de abril de 2011

Organización del desayuno

Se aconseja invertir entre 15 y 20 minutos para desayunar y hacerlo sentado alrededor de una mesa y en compañía. Estos factores parecen ser decisivos para lograr un desayuno de calidad.

Evidentemente, el tiempo empleado para desayunar es uno de los condicionantes más importantes para que el desayuno sea adecuado. Generalmente cuando se dedica menos tiempo, la calidad del desayuno suele ser menor.

Asimismo, la compañía es fundamental, sobre todo en el caso de los niños. Se ha comprobado que la calidad del desayuno aumenta con la presencia de un familiar que acompañe al niño en dicha comida.

Desayunar en la mesa y en familia aporta además otras ventajas. La hora del desayuno es el momento idóneo para que los padres den ejemplo a sus hijos y les enseñen lo que significa comer saludablemente y para que éstos vayan adquiriendo la práctica diaria de realizar un buen desayuno.

Además, desayunar tranquilamente con la familia hará que empecemos con buen ánimo nuestra actividad diaria.

Ventajas de un buen desayuno

Cualquier persona que desayune adecuadamente tiene una serie de ventajas:

· Mejora su estado nutritivo. Un buen desayuno ayuda a tener ingestas más altas de la mayor parte de los nutrientes que el organismo precisa a lo largo del día. Los niños y jóvenes que no desayunan suelen tener una dieta de peor calidad, mientras que quienes lo hacen adecuadamente, suelen hacer una dieta menos grasa, más rica en hidratos de carbono, fibra, vitaminas y minerales...

· Controla mejor su peso. Curiosamente, la costumbre de no desayunar, o el hecho de realizar un desayuno deficiente, favorece la aparición de obesidad, y no la combate como piensa la inmensa mayoría de la gente. Estudios científicos han demostrado que la grasa corporal disminuye en ambos sexos al aumentar el porcentaje de calorías en el desayuno.

· Permite un mejor reparto de la energía. Además, el hecho de fraccionar las calorías diarias en 4 ó 5 tomas evita sobrecargar las comidas y permite un mejor reparto de la energía durante el día.

· Reduce el riesgo de que aumente el colesterol. Un desayuno adecuado evita el picar entre horas, algo muy importante a la hora de controlar el peso, y reduce el riesgo de un aumento de colesterol y de déficits de vitaminas y minerales.

· Mejora el rendimiento escolar, físico e intelectual. Si no se desayuna, el organismo pone en marcha una serie de mecanismos (descenso de la insulina y aumento de cortisol, catecolaminas...) para mantener los niveles de glucosa en sangre. Estos cambios hormonales pueden alterar o condicionar la conducta e influir negativamente en el rendimiento físico y escolar.

Debemos dedicar 15 o 20 minutos al desayuno con nuestros hijos, al menos sábados, domingos y días feriados.

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